Estamos buscando diseñadores con un perfil junior para un empleo de tiempo completo. Este perfil se caracteriza porque su experiencia es relativamente baja, tiene un par de años que terminó la universidad, domina los programas requeridos los cuales siempre incluyen total manejo de Illustrator y Photoshop. La mayoría son solteros y viven con sus padres y quizá menos de la mitad cuente con automóvil, apenas tienen sus primeras tarjetas de crédito y difícilmente un seguro de retiro.

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En un bloque de diez entrevistas programadas en el día —ya todos debidamente confirmados un día anterior vía correo electrónico— únicamente se presentan siete. Solamente uno llamó o escribió para disculparse y avisar la cancelación; los otros tres simplemente no se presentaron.

De los siete que quedan, cuatro de ellos llegaron entre 5 y 15 minutos tarde, como si se tratara de algo normal (sabemos que la puntualidad no es el fuerte de los mexicanos, pero en una entrevista de trabajo no es buena señal), uno más llegó con más de treinta minutos de retraso. Se enojó porque ya no lo recibimos y nos acusó de ser poco profesionales (sic). Sobre alguna disculpa por llegar tarde no hubo ni siquiera la intención. Se regresó muy molesto.

De los seis entrevistados uno no trajo la forma de empleo debidamente llena, por lo que le dimos tiempo para que la llenara en la oficina. A todos se les pidió que hicieran una prueba de diseño desde su casa y nos la enviaran, así como exámenes psicométricos en línea. Solo recibimos cinco pruebas. Al final del día dos quedaron fuera del proceso por no cubrir el perfil con las habilidades suficientes.

Eso se reduce a que solamente contamos con tres prospectos viables para una segunda fase de selección, les llamamos para una segunda entrevista, ya con la persona a la que le reportarían día a día. Una de ellas se disculpó porque lo aceptaron en otro trabajo donde también había aplicado. De los diez que comenzaron la contienda, solamente quedaron dos. De los ocho restantes, solamente tuvimos que sacar de la contienda a dos, los otros seis se autodescalificaron; la mitad de ellos nunca llegó siquiera a la primera entrevista.

Así es la vida de quienes buscan puestos de trabajo de primer nivel. Si tú te encuentras en este grupo quizá haya una lista de cosas que no sabes pero que hablan muy mal de ti, por lo cual quisiera ennumerar algunas de ellas, con el propósito de que no quedes fuera de un proceso de contratación sin haber llegado siquiera a la primera entrevista:

1 TÚ ERES QUIEN BUSCA EL TRABAJO, NO AL REVÉS
Lamentablemente el ámbito laboral está saturado, son más personas buscando trabajo que quienes lo obtienen. La buena noticia es que quien realmente busca emplearse lo logra. Si nos guiamos por el ejercicio anterior, más del 60% están calificados para el empleo que buscan, pero realmente es menos del 30% quienes están interesados en él y dispuestos de corazón en obtenerlo.

2.- NADIE TE VA A PAGAR MUCHO POR SABER POCO
Pero tampoco significa que no aspires a un buen sueldo o que tengas que aceptar sueldos miserables con la promesa que ganarás mejor en el futuro. Investiga la oferta de trabajo si ofrece crecimiento y qué tanta experiencia y conocimiento obtendrás, de tal forma que puedas buscar un crecimiento a corto plazo. Nos dejamos llevar muchas veces porque el sueldo no es lo que esperamos, pero piensa que si está aplicando a un trabajo donde hay diez o quince diseñadores, las probabilidades de que crezcas son muchas (la rotación de empleo es cada vez más constante); igualmente si lo que quieres es convertirte en un director creativo no desestimes un despacho pequeño, las posibilidades de que te vuelvas multitasking y obtengas la experiencia suficiente para un puesto mayor en otras partes son muy altas.

Quizá has dejado ir oportunidades muy valiosas porque el sueldo no era lo que querías o porque tu ego se infló demasiado. Establece un mínimo de cuánto estarías dispuesto a recibir por un nivel de diseñador entrante. Si me preguntas, nueve o diez mil pesos podrían ser muy aceptables.

3 HAY COSAS QUE HABLAN MAL DE TI Y QUE QUIZÁ TÚ NO LO VES

Por ejemplo, una de ellas es la puntualidad. Como lo mencioné anteriormente llegar 5 o 10 minutos tarde es llegar tarde. Procura presentarte cinco minutos antes, toma en cuenta cuánto tardas en estacionarte, en encontrar el lugar, si debes registrarte en la recepción y el tiempo que tardan en avisarle a tu entrevistador que ya llegaste. También, si eres una persona nerviosa, llega 15 minutos antes, para evitar que te presentes sofocado o transpirando.

Otra cosa que habla mal de ti es no leer bien las comunicaciones. Si te piden que lleves tu CV impreso y no lo haces, significa que no pones atención o no sabes seguir órdenes, ambas cosas mal. La atención es esencial para dar una buena primera impresión.

4.- LA SEGUNDA ENTREVISTA ES MÁS IMPORTANTE QUE LA PRIMERA, DALE LA MISMA IMPORTANCIA
El porcentaje de que una persona no se presente a una segunda entrevista es mucho mayor, precisamente porque como ya pasaste el primer filtro te confías. Lo que quizá no sabes es que la segunda entrevista casi siempre es con quien será tu jefe o superior. Cuando hay una segunda entrevista, es precisamente en ella donde se define a quien se quedará con el puesto, siempre será más importante que la primera, así que no la riegues y te confíes llegando tarde o cambiando tu actitud, como si ya te sintieras adentro.

5.- CASI SIEMPRE EL TRABAJO ES DE QUIEN MUESTRA INTERÉS
Una actitud común es dejarle de dar seguimiento a la vacante. Es ese seguimiento el que te puede poner en la mira. Como dice el inciso anterior, a la gente se le sube o se sienta dignamente a que lo busquen para dar el siguiente paso. Un correo de seguimiento o una llamada nunca está de más y no es tan molesto como muchos creen.

Para terminar, recuerda que la mitad son quienes se autodescalifican, inconsiente o consientemente dejan ir oportunidades de trabajo que podrían cambiarles la vida. Si eres de ese grupo medítalo. Y si estás en el 30% piensa que conseguir un trabajo no es tan difícil, siempre y cuando realmente lo desees, estés atento y seas disciplinado y responsable.

Design Lifer
Diseñador gráfico con maestría en diseño editorial por la Universidad Anáhuac y con cursos de Publishing en Stanford. Actualmente dirige MBA Estudio de Diseño, dedicado al diseño editorial, identidad y publicitario, además de realizar scounting y contratación de talento de diseño para diferentes empresas. Es profesor en la Universidad Anáhuac y la UVM. Le gusta la caligrafía, tipografía, la música y la tecnología.