Para un concurso internacional dedicado al diseño de una casa de campo situada en las altas montañas de Tatra de Eslovaquia, el estudio de arquitectura Atelier 8000, propuso una casa cuya forma es la de un cubo caído sobre una de las esquinas de las montañas.

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Bajo el nombre de ‘Choza Kežmarské‘, la estructura está destinada a ser una vivienda sostenible para aventureros de alto terreno durante todas las estaciones del año, capaces de realizar y administrar de forma autónoma su consumo de energía.

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La estrategia oficial está dirigida a la producción de ligereza visual al provocar una sensación de desorientación en el espectador. Habiendo aparentemente caído del cielo, la construcción es una reminiscencia de una roca descansando entre el paisaje, con bordes nítidos y un pico alto que se refieren a las montañas de los alrededores.
 
Las fachadas del cubo se subdividen en paneles cuadrados de materiales reflectantes, incluyendo predominantemente el aluminio así como las secciones de vidrio y la energía fotovoltaica. Desde cualquier punto de vista determinado, tres de las caras del cubo son visibles, proporcionando así una lectura legible debido a los tonos de luz y sombras distintas.

Un patio elevado envuelve dos lados del edificio para proporcionar un área de comedor y relajación al aire libre para temperaturas suaves.

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