Desde los comienzos de la fotografía, los aparatos profesionales dominaron el mercado, pero a finales de los 90s la tecnología digital permitió que las personas comenzaran a utilizar herramientas más profesionales aún sin explotarlas completamente, pero en la última década las ventas se convirtieron un campo de batalla entre los Smartphones vs Cámaras Profesionales ¿cuál está dominando?

La respuesta va en otros sentido y no se trata de comparar cuál ofrece mejor calidad, si no qué compran más los consumidores. De acuerdo a una gráfica de Statista y de la Camera & Imaging Products Association (CIPA) de 2010 a 2017 cayeron el envío de cámaras casi hasta un 80 por ciento. Es decir, de 1950 hasta el año 2008 (aproximadamente) se puede apreciar un aumento paulatino de las cámaras, pero a partir de ese año la caída fue exponencial.

2010 – 121 millones de envíos.

2017 – 25 millones de envíos.

Infographic: What Smartphones Have Done to the Camera Industry | Statista

Aunado a esa cifra el propio sitio de CIPA, realizó una comparación entre los distintos tipos de cámaras entre las que se encuentran las análogas, las digitales compactas, las DSLR, las mirrorless y por último los teléfono inteligentes en un periodo de 1993 a 2016 y el resultado es el mismo. El 2003 marca el inicio de los smartphone en la competencia y tan sólo dos años después ya rebasaba las ventas de las -en ese entonces reinas- cámaras compactas, su poderío se volvió evidente e insuperable entre 2007 y 2008, al igual que en la gráfica anterior. (La imagen se muestra al final debido a la extensión).

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La portabilidad de los celulares que están integrados con una cámara potente resuelve muchos problemas para los aficionados de la fotografía, de la misma manera que las cámaras digitales lo hicieron en su momento pero con la ventaja de estar unida a un sólo aparato del que no se separan nunca. El hecho de que la gente esté utilizando los smartphones para capturar momentos fugaces e instantáneos sin la necesidad de cargar un aparato delicado les concede el mérito de las ventas.

Pero lo anterior no significa la extinción de las cámaras profesionales, al contrario, es una manera de regresar al hecho de que estos productos sólo eran utilizados y comprados por profesionales que las exploten al máximo, por lo que puede llevar a una especialización por parte de las industrias fotográficas para ofrecer verdaderas innovaciones para retener a sus clientes y dejar de preocuparse por hacerlas sencillas para que todos puedan utilizarlas. ¿Tú que opinas? Déjanos tus comentarios abajo.

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