La Silla Acapulco es tan tradicional como innovadora. Esta butaca es sencilla, cómoda y práctica; es un esqueleto de fierro recubierta de una especie de manguera delgada de plástico, que a su vez crea el mismo asiento al tensarse las cuerdas.

Su diseño tiene una razón muy simple, es para ambientes calurosos, pues la red permite la ventilación. En los años 50’s, dicho asiento se volvió tan popular como el propio Acapulco, pues era un elemento representativo que todos identificaban fácilmente.

Este mobiliario se le conoce como diseño vernáculo, que significa que se desconoce su autor original, por lo que es libre de derechos de autor. Se le atribuyen a los artesanos costeros, pero dado que no existen las regalías, actualmente es fácil encontrarlos a la venta en muchos lugares, incluso en las carreteras.

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El diseño de la Silla Acapulco que formaba parte de la decoración de los hoteles, es ahora un mueble con tradicional, ya sea para el jardín, la casa de la abuela, un lugar con temática rudimentaria, etcétera.

Conforme pasaron las décadas es posible encontrar variaciones de este producto, desde Love Seat, periqueras, mecedoras, mesas o formas de la silla como hexagonal y cuadrada.

Gracias #monicabolaños por tus colores

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