En 1951, durante un desfile en Nueva York, Ramón Valdiosera presentó una colección en la que destacaba el color bugambilia, al finalizar la pasarela la prensa lo interrogó sobre el origen de dicho tono, a lo que el diseñador contestó que el rosa era intrínseco en la cultura mexicana pues se encontraba en todas partes, en los juguetes, trajes indígenas, dulces típicos, arquitectura, etcétera; a ello un periodista respondió “so it is a Mexican Pink”; y es así como surgió uno de los emblemas de la identidad nacional: el Rosa Mexicano.
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Ramón Valdiosera fue un diseñador de modas, pintor, ilustrador, escritor y cineasta (ganador de dos Premios Ariel) que fundó su propia marca llamada Maya de México. Fue bajo esta disciplina que enalteció al país al llevarlo a un ámbito internacional, en 1940 el programa Lunas Verdes invitó a Armando Valdez Peza, al francés afincado en México, Henri de Chatillon y Ramón Valdiosera a discutir la posibilidad de crear moda mexicana lo que los primeros se negaron y tacharon de imposible porque México “no tenía ni materiales, inspiración o mujeres para lucir”. Valdiosera afirmó lo contrario y lo demostraría.
Durante la década de 1940 y como parte de su trabajo como cronista e ilustrador, recorrió la república, incluyendo pequeños poblados y rancherías, por lo que estuvo en contacto con la cultura, la tradición y las costumbres del país, de ahí surgió el amor y la pasión por la identidad nacional. Al regreso a la capital se propuso rescatar las raíces de la vestimenta mexicana para adaptarla a lo gustos modernos. Por lo que trabajó en su taller tejidos tradicionales así como prendas típicas (quechquémetl o huipiles).
En 1946, durante un desfile de moda en el Palacio de Cortés de Cuernavaca se encontró con el candidato presidencial Miguel Alemán, al que le explicó que México podía crear una moda nacional que destacaría en el ámbito internacional. Después, durante el sexenio de Alemán, éste apoyó a Ramón para crear colecciones con diseño mexicano que se exhibieran en todo el mundo, para dar la apariencia de progreso, así como para promover la imagen de un país sólido.
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Fue así como en 1951, Ramón Valdiosera regresó por segunda ocasión al hotel Waldorf-Astoria de Nueva York donde presentó la colección bugambilia de donde surgió el Rosa Mexicano, el mismo color que ahora representa la marca de México en el ámbito del turismo, que por mucho tiempo se lleva en los objetos cotidianos y que asocia al país directamente con un tono.
El Instituto de Color Pantone lo reconoce con el PANTONE 219 C y los valores de color RGB (218, 24, 132); HEX / HTML (DA1884) o CMYK (0, 89, 39, 15) y ahora inunda las calles del país convirtiéndolo en un símbolo de la cultura mexicana, además de la bandera de una lucha por demostrar que México puede competir internacionalmente en muchos ámbitos.
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