Actualmente los métodos para incentivar y hacer florecer la creatividad son infinitos, desde ejercicios básicos y sencillos, hasta diplomados y cursos especializados. Podemos encontrar una amplia oferta de métodos y formas para lograr ser más creativos en nuestros trabajos como publicistas, diseñadores, artistas visuales, arquitectos u otras áreas que lo requieran. Sin embargo, hay una etapa que resulta crucial para fomentar la creatividad y que a menudo, hemos dejado a un lado: la infancia; lo que nos lleva a preguntarnos, ¿qué tanto énfasis hacemos en una educación creativa desde temprana edad?

Creemos que ser creativos es algo con lo que uno nace o que se trata de un don que sólo algunos privilegiados tienen, sin embargo la creatividad sí se puede enseñar y se debe fomentar desde pequeños.

Existen modelos educativos que defienden esta postura, ejemplos claros son los modelos Montessori o la metodología Reggio Emilia, cuyos programas están construidos bajo esquemas de desarrollo que utilizan la imaginación y la creatividad como principal fuente de aprendizaje. Aunque estos métodos educativos ya se encuentran a nuestro alcance, existen otras maneras de implementar estas mismas bases en otros ámbitos, a continuación te compartimos algunas pasos para fomentar la creatividad desde temprana edad:

Diversión, disciplina y actividad física

No sólo se trata de llevar a los niños a un día de campo o inscribirlos a una actividad deportiva, sino de encontrar un medio que involucre educación, disciplina y actividad física en uno solo, por ejemplo, en México existe una empresa llamada Wuahoo! que además de ser única en su tipo, ofrece cursos de verano, rallys masivos, talleres y campamentos para niños donde podrán desarrollar su creatividad a través de solución de problemas mediante el juego, el trabajo en equipo, el compañerismo y que sobre todo, los hace salir de la rutina teórica de una forma divertida. Incluso, cuenta con programas que ayudan a los padres en días donde no tienen dónde dejar a sus hijos, por ejemplo, los últimos viernes de cada mes, cuando no van a la escuela.

Niños activos, niños creativos

Antes que nada la actividad como base. Según el modelo educativo Reggio, el espacio es el tercer profesor, lo que significa que los niños deben desarrollarse en entornos que cuenten con herramientas o elementos para estimular su libertad física y por lo tanto de pensamiento. Actividades de juego al aire libre son sustanciales para que el niño fortalezca el vínculo de su cuerpo con su mente de manera creativa y así identificar o hacerse más consciente de sus capacidades.

Solución de problemas a través del juego

Después del espacio de juego, viene la estimulación de la creatividad a través de la solución de problemas. Piaget, epistemólogo y famoso por sus aportes al estudio de la infancia, encontró que “en el juego, los niños asimilan un hecho externo al esquema de conocimiento en que tiene interés momentáneo”, es decir, es más fácil que un niño pueda resolver un problema a través de lo que le llame la atención en ese momento, lo que significa tendrá una mejor capacidad de razonamiento y solución cuando se encuentre realizando una actividad que le llame la atención o que le guste en ese momento.

Menos teoría, más práctica

El modelo educativo industrializado, no debe ser el único medio para educar a los niños. Según el estudio 2015 de Sueldos y Salarios de la revista Merca 2.0, el 49.13 por ciento de los padres deja a sus hijos en la escuela mientras trabaja, lo que significa que casi la mitad de la población de dicho estudio, utiliza la escuela como medio para educar a sus hijos durante el horario laboral. Sin embargo, en una escuela promedio, más del 50 por ciento de las actividades son teóricas, dejando a un lado las actividades físicas sólo para un par de horas a la semana. Esto nos lleva a la conclusión: los niños viven más en un mundo teórico que práctico y en la vida cotidiana sabemos que es más importante la experiencia que ser un sabelo todo.

Fomentar la actividad en los niños va más allá de entretenerlos en algo mientras crecen, ya que las actividades y su formación puede ser su principal referencia para descubrir sus capacidades para afrontar situaciones cotidianas y así desarrollar su creatividad que podrán llevar a diferentes ámbitos de sus vidas, no solo laboral, sino para todo aquello que se propongan en un futuro. La creatividad estimulada, es la mejor manera de desarrollarla.