Para garantizar plenamente sus alcances, la creatividad visual va -o debería ir- más allá de censuras o prejuicios y muestra -o debería mostrar- cualquier aspecto del cuerpo humano cuando existe una justificación creativa.

Pero no siempre es posible cumplir con esta condición y en ocasiones, en afán de proteger excesos, riesgos y defender causas bien fundandas, se puede llegar a un exceso en el control de los contenidos que se pueden exponer o no de manera pública.

Facebook e Instagram, por ejemplo, prohiben y penalizan la publicación de semidesnudos que presentan a la mujer con el torso libre… ya no hablemos de la exposición de otras partes del cuerpo tanto de ellas como en varones.

Este tipo de de restricciones -que no sólo ocurren en las citadas redes sociales, sino en muchos otros espacios de la web-,  si bien buscan proteger a la infancia y evitar problemáticas mayores como la pederastia, no permiten que contenidos con alto valor creativo tengan espacios de difusión.

Como una forma de criticar estas acciones, el proyecto creativo   Pixon project modifica imágenes de desnudos femeninos extraidos de la propia web y les coloca filtros pixelados como los que se utilizan para no mostrar ciertos detalles en los desnudos que incomodan a algunas personas.

Lo transgresor del proyecto radica en la selección de porciones en las fotografías a las que se les colocó el filtro, la serie creativa propone cuestionarse acerca de los límites de la censura hacia la exposición de cuerpo humano.