Una imagen que circula por las redes sociales (o “meme”) muestra tres pósters de películas azul y naranja, que al unirlos parecen muy similares y sin esfuerzo alguno, por lo que denota la “flojera” del diseñador al hacerlos; esto obviamente es falso, en realidad se trata de una regla muy básica del diseño que tal vez no percibimos a la primera y es la de los colores complementarios, que combina dos tonalidades para crear el contraste perfecto.

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Esta fórmula no es nueva dentro del mundo de los carteles cinematográficos, se ha utilizado desde siempre, pero en los últimos años se evidenció más al utilizar fondos negros que acrecentaban el impacto del naranja y el azul. Entonces ¿por qué esa combinación y no las otras? Aunque sí existen portadas con las otras fórmulas, ésta es considerada placentera, cómoda y con connotaciones positivas de ambos colores, como que el azul representa la calma, la plenitud, la libertad y la confianza, al mismo tiempo que el naranja estimula los sentidos de una forma dinámica y atrevida, por lo que se vuelve el gancho perfecto para provocar pero sin salirse de control.

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El problema de esta “efectiva fórmula” es que la gente se está percatando de la similitud y lo confunde con “flojera”, la solución sería un poco más de diversificación en los patrones, además de propuestas innovadoras que reutilicen estos elementos sin mostrar semejanzas evidentes. ¿A ti qué te parece? ¿Está gastada esta técnica o se puede seguir utilizando?