Con insistencia hemos establecido que el elemento fundamental de cualquier edición impresa -sin que ello quite importancia al resto del diseño de una publicación- es la portada. por ello queremos darte algunas recomendaciones de gran utilidad para que las desarrolles mejor.
1. Considera los principios básicos del diseño
Toma en cuenta aspectos como el contraste, la selección de color, repetición, alineación, proximidad y demás elementos capaces de garantizar una correcta composición visual.
Puede tratarse de una persona, un monograma, un título, un fotograma o un logotipo, pero la selección del motivo visual protagónico en una portada debe tener concordancia con la temática de la publicación.
Sí, sabemos que difícilmente se podría contar, en una edición impresa, con un diseño tan dinámico como el que verás continuación, pero sí debes tomar en cuenta las tendencias imperantes en el ambiente creativo que te rodea.
El diseño de una portada debe contemplar la información sustancial de la publicación, tanto aquella que debe enganchar al lector como la que por razones legales no puede faltar.
El principal motivo creativo de elaborar una portada siempre será el atractivo que sea capaz de generar en el espectador para invitar a su compra, lectura o consumo, en conjunto, los cuatro aspectos enumerados con anterioridad deberán lograr este cometido.