El arquitecto Nick Elias diseñó una ciudad ficticia donde los habitantes de la ciudad inglesa Slough viven felices durante los años veintes de la posguerra. El concepto para lograrlo se basa en el personaje animano Winnie the Pooh, a partir del cual creó un mundo industrializado que se funde con el fantástico del oso para brindar una atmósfera infantil y feliz.
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El concepto de Elias es el de una arquitectura de la felicidad y con su diseño ficticio trató de plasmar una ciudad fantástica lejos de la depresión que deja una guerra.
Slough se convirtió en una ciudad industrial luego de la Primera Guerra Mundial caracterizada por ese ambiente frío y desolado de las fábricas, por lo que Nick Elias buscó cambiar esa historia e ilustrar escenas de la vida cotidiana de la época con algunas donde aparecen personajes de la caricatura Winnie the Pooh o algunos motivos de los dibujos animados.
El arte de este proyecto “arquitectónico” parece ser más una suerte de postales que no reflejan la felicidad que pretende, pues pese al color amarillo de la miel y las abejas, el contraste que se forma con los tonos grises y cafés no da la sensación precisamente de felicidad.
Aunque este proyecto podría parecer surreal y sin sentido, fue tan creativo que recibió un galardón.
