En 1940 los hermanos Richard y Maurice (Dick y Mac) McDonald abrieron el primer restaurante de hamburguesas, pero tras la segunda guerra mundial decidieron reestructurar el proceso de cocina y crearon el servicio de comida rápida; fue hasta 1955 que con la propuesta de expansión de Ray A. Kroc, la empresa se convirtió en el imperio que actualmente es.

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Años después en 1968 se introdujo un ícono “hamburguesero”, la Big Mac se incluyó en el menú, y en la actualidad es la única que se vende, sin variación en ninguno de sus ingredientes, en todos los restaurantes del mundo. En 2018 es el 50 aniversario de dicha pieza, por lo que lo celebraron de distintas maneras en todo la orbe.

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Coca-Cola también ha sido parte importante de McDonald’s, y es el acompañamiento perfecto para una hamburguesa, por eso decidieron unirse de una manera muy especial. En McDonald’s Brasil la agencia de publicidad DPZ & T creó la Big Mac can, una edición limitada de Coca-Cola Lata con un diseño que alude a la receta original del sándwich: dos hamburguesas, lechuga, queso, salsa especial, cebolla y pepinillos en un bollo de semillas de sésamo.

La altura de la lata permite la inserción de todos los ingredientes de manera que se vean proporcionados y no distorsionados, además contiene pequeños detalles, que probablemente no notes a simple vista. Los ajonjolís son pequeñas botellas de Coca-Cola de vidrio, y las ondulaciones que forman la lechuga y el queso, son en realidad las propias salientes de la tipografía.