Pantone comenzó en 1956 como un empresa que imprimía muestrarios y guías de color para las compañías de cosméticos; en esa época los colores no estaban estandarizados, así que esta propuesta pronto se volvió exitosa en muchos ámbitos. En 1962 Lawrence Herbert compró la marca y al año siguiente desarrolló el primer sistema de correspondencia de colores.

El producto principal es Color Matching System, que consiste en asignarle un código único a cada color, para así poder igualarlo en otros sistemas como el CMYK o el RGB, incluso para patentar alguna tonalidad en particular. Uno de sus artículos más famosos -y de los cuales hay cientos de variedades- son las guías, una recopilación de hojas de cartón impresas que tienen una serie de muestras de un color y la información necesaria para equipararlo con otro.

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El logo de Pantone consiste en una muestra tipográfica del nombre de la compañía en mayúsculas con la fuente Neue Helvetica en color negro con un fondo blanco; así, simple y sin complicaciones, el único símbolo que se añade es la “R” de marca registrada ®. Aunque parezca muy sencillo, el logotipo se mantiene neutral a cualquier color, sobre todo si algunas tonalidades ya están fuertemente relacionadas con algunas marcas como los patentados, por lo que el Instituto del Color de Pantone y la empresa en sí no se inclina por ningún tono.

Existe otro diseño, que aunque no se considera un logotipo, si es un símbolo representativo de Pantone, se trata de la plantilla de información en la que se muestra algún color. Es un recuadro dividido horizontalmente en dos, en la parte de abajo se muestra un fondo blanco, sobre éste el código y nombre del color, además del logo de Pantone; en la parte superior se encuentra el tono en particular y todo esto está delineado por un contorno negro.

El logo de Pantone utiliza el negro y el blanco como colores institucionales para mantenerse neutral ante la gran variedad de colores que existen.