Son pocos las marcas que logran conformar su símbolo como un emblema eficaz y fácil de reconocer. El logo de Chanel es una de estos casos, puesto que desde la creación del monograma en 1925, éste no se ha modificado (salvo por la añadidura de frases, un eslogan, o un distintivo de un colección). Gabrielle Bonheur ‘Coco’ Chanel comenzó como una pequeña diseñadora de sombreros en 1910 en París, su sencillez pero elegancia fue clave para posicionar sus productos entre la sociedad de aquella época.

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Entre 1913 y 1915 amplió su negocio, mudándose a su primera casa de costura en “Biarritz”, lo que la ayudó a conocer a inversores que en 1918 la apoyarían para mudarse al domicilio “nº 31 de la Rue Cambon”. En 1921 colaboró con el perfumista Ernest Beaux, y de este trabajo surgió la famosa fragancia Chanel Nº 5, la cual la posicionó aún más como una sofisticada diseñadora.

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Conforme Gabrielle Chanel cosechaba éxito de sus diseños, era evidente que necesitaba un logotipo que representara los valores y elegancia de su marca, por lo que en 1925 (15 años más tarde de sus orígenes) creó el monograma que conocemos hasta el día de hoy. El diseño está realizado por ella misma y se trata de una superposición de dos letras “C”s, las cuales se encuentran de espaldas y cruzan por el centro.

El significado es fácil de entender, pues se trata de las iniciales de como se le conocía a la propia diseñadora, es decir “Coco Chanel” (“CC”), esto aunado a la sencillez pero gran fuerza y sofisticación del monograma, le valió el reconocimiento de la gente. Se rumora que la inspiración para dicho símbolo surgió del emblema del Château de Crémat, una propiedad de su amiga Irène Bretz, el cual admiraba mucho en sus visitas.

Otras teorías apuntan a que la idea surgió del orfanato de la Capilla de Aubazine, donde pasó su juventud, o del emblema de Catalina de Médicis, incluso si se trata de las iniciales de ella (Chanel) y su amante/socio de negocios Arthur ‘Boy’ Capel. Sea cual sea la razón original, Coco logró crear una revolución, no sólo en la industria del diseño, si no en la sociedad parisina, lo cual aún se siente en la actualidad.

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