México D.F.- Las tendencias gráficas son adaptadas confome a los aportes de movimientos que sustentan un conocimiento previo y entendible del diseñador gráfico, la postura del cliente algunas veces se torna complicada por no visualizar el profesionalismo de un diseñador, esto se debe a la falta de información acerca de la integridad educativa de un diseñador. Supongo que algunos de los clientes piensan que como diseñadores tomamos la postura de llenar de color su organización.

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Enfrentarnos a las ideas de los clientes cuando somos frelancers en el diseño se torna un poco complicado, hay quienes creen saber lo que necesitan, pero la mayoría de las veces solo saben lo que quieren sin saber que es lo que verdaderamente requieren.

Contratar el profesionalismo de un diseñador asegura muchos aspectos relacionados con el posicionamiento de la marca en la mente de los consumidores o la comunicación a un determinado público mediante los aportes y elementos visuales que traerán consigo una nueva visión paradigmática de una organización.

Pues bien, antes que nada, tanto el diseñador como el cliente deberán entender claramente los objetivos del proyecto del diseño, esto es importante porque ambos identificarán el mismo carril por el que se deberá caminar.

Si bien es cierto que cada diseñador tiene un estilo propio para hacer sus creaciones, también es cierto que ese estilo propio lo deberá trabajar conforme a las necesidades de la organización como tal, se debrá tener conocimiento de la imagen corporativa, de la organización en general, del producto, del segmento de mercado, de los gustos y preferencias de ese segmento y sobre todo la aceptación que puede tener acerca de la proyección del mismo.

El cliente deberá entender la postura profesional de un diseñador para visualizar que el manejo de los elementos visuales lo llevarán a tener lo adecuado para proyectar o comunicar.

Considero que para que esto se logré se deberá trabajar en conjunto y de ahí ambos jalar para un mismo lado.