La Dra. Julieta Villazón, directora académica de la recién acreditada facultad, comenta que el recinto educativo fue creado por una congregación de religiosas mexicanas, quienes tenían como propósito inicial impartir educación de tipo técnica. De esta manera, con el tiempo, gracias a la demanda académica de aquella época, las carreras se profesionalizaron, lo que trajo consigo las licenciaturas en diseño interior y arquitectura.

“El gran reto que tenemos está directamente relacionado con la situación educativa actual del país, se trata de educar con valores y la mejor formación; nuestro mayor interés es cumplir una misión educativa, que va más allá de sólo enseñar herramientas teorías y técnicas, nosotros queremos formar profesionales que además de llegar al éxito personal, aporten a la sociedad y particularmente a nuestro México”, añade la directora de la Facultad de Arquitectura y Diseño Interior.

Dicha Facultad comenzó hace 75 años siendo la Escuela de Arquitectura y Diseño, donde se enseñó como primera carrera “Decoración”, misma que originalmente era de enseñanza técnica. Así bien, las primeras decoradoras mexicanas son egresadas de la Universidad Motolinía.

La trayectoria de la Universidad Motolinía en las distintas disciplinas de Diseño Interior inicia en los años 80 como licenciatura en México y Latinoamérica; después se abrió la especialidad y recientemente el primer doctorado en diseño de interiores.

“Cuando una escuela cumple con una oferta académica desde licenciatura a doctorado, con programas que tienen registro de validez oficial, se constituye como una facultad; por ello, es muy gratificante que justo el año en que cumplimos 75 años de dedicación al diseño interior se abre el doctorado y con ello la acreditación como la nueva Facultad de Arquitectura y Diseño Interior”, explica la doctora Julieta Villazón.

Este nuevo doctorado tiene como propósitos básicos generar conocimiento, investigación, producción de artículos y estudios que proporcionen algo a la sociedad, es decir, nuestros profesionales aportarán a una área de investigación que es poco estudiada en México, como lo es el diseño interiorista y la habitabilidad.

“Este proceso de cambio ha sido para mí tremendo, me ha obligado a transformarme y capacitarme. Inicialmente estudié Arquitectura, después la Maestría en Diseño de Interiores, finalmente gracias a la Universidad Motolinía cursé un Doctorado en Filosofía del Espacio Interior Arquitectónico en Italia, con la intención de abrir el doctorado siguiendo las tendencias mundiales”, subraya Villazón.

El doctorado en Diseño Interior Arquitectónico explora temas como la comprensión del cómo los espacios habitables impactan en el día a día de las personas ya que “al transformar el espacio, se transforma también al ser humano”.

Además, conjunta a la Arquitectura, ya que busca resolver asuntos relacionados con la funcionalidad de los espacios y ambientes adecuados al tipo de habitabilidad de los mismos; de esta manera los egresados podrán iniciar los proyectos a nivel arquitectónico, culminando con los detalles decorativos.

“Quienes tomen este programa podrán realizar desde la investigación, análisis, manejo del espacio, desarrollo del concepto, asimismo generar la solución técnica constructiva. Esto hace toda la diferencia”, sustenta.

Para finalizar, Julieta Villazón recalca que en la Facultad de Arquitectura y Diseño Interior, así como el resto de esta institución de educación universitaria, existen valores destacados como respeto, responsabilidad, disciplina, estructura y compromiso en todas sus licenciaturas, especialidades, maestrías y doctorados en Diseño Interior Arquitectónico, Arquitectura, Arquitectura y Diseño Sustentable, entre otras.