El artista argentino Nicola Constantino creó en 1988 su primera tienda de diseño de modas llamada “Paletería Humana” o boutique de piel humana, la cual contaba con 20 maniquíes que lucían zapatillas, vestidos, abrigos y bolsas con un peculiar diseño que imitan a la perfección pezones humanos.
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Estos diseños de cierta manera tienen una visión hacia lo elegante y peculiar, ya que la mayoría de las prendas están diseñadas con cabello real y coloreados paños de látex que simulan la textura de pezones humanos que rodean al por mayor cada una de las piezas.
El material, además de recordar a la piel humana real, hace referencia hacia el erotismo, a lo asqueroso y lo anormal que hizo que muchas personas retrocedieran al mirar los diseños.
Las atractivas piezas todavía repulsivas delinean las ideas del artista sobre dos deseos sociales altamente adictivas que son el consumismo ha los bienes de consumo de precio elevado y el sexo por su puesto.
Estas piezas actualmente son consideradas como arte, las cuales atraen al espectador a ver más y al mismo tiempo despiertan su despeo por poseer alguno de los objetos creados con cabello y tela que reproduce la piel humana.
Las prendas elegantes y creaciones de alta gama, todas piezas sables de arte, juegan con las nociones de las ideas naturales y artificiales, la identidad de una sociedad consumista y la materialidad del cuerpo humano en la época moderna.
