Había una fogata al fondo a la izquierda. Damas se encontraban alrededor charlando su idioma. Paliacates en sus cabeza de color fluorescentes. Vestidos llamativos aún así ante la presencia nocturna. Dos ollas de peltre. Una con frijoles graneados y otra donde iban depositando las tortillas de harina al calor del ocote. El sabor era único pues echas en el momento sabor a Sierra Tarahumara hacen de la harina el sabor ideal para unos burritos de frijoles. Como dato si eres del D.F. burritas no es lo mismo que burritos.
Un asentamiento Tarahumara, donde viven mas de 160 personas, quienes forman parte de 32 familias. La mayoría de estas familias viven y vivirán de sus artesanías. Ingenio 100% Rarámuri. Ingenio que no es apreciado, ni mucho menos valorado.
Eran cerca de las 21.00 hrs. El viernes pasado. Una compañera y su servilleta fuimos con la intención de lograr un taller, una escuela de innovación y creatividad para su aumento de venta de sus artesanías.
Partiendo desde costos fijos y variables. Insumos, materia prima; canal de distribución. El asentamiento fungiendo como mayoristas. Buscar y encontrar retailers o bien al mercado meta directamente.
Los Rarámuris como si les conoce hasta que llegaron los colonizadores y misioneros los empezaron a adoptar con el nombre de “Los Tarahumaras”. Constantemente innovan sus productos. Es decir, compran la tela para una blusa y vestido. El sobrante o merma la reciclan para llevar acabo un producto con el mismo material o hibrido como por ejemplo la palma. Producto por muy leve que suena, pero cortante sino tiene la flexibilidad suficiente para moldear la figura pensante y totalmente rentable y vendible.
Mientras charlábamos con todas las artesanas nos comentaban que lo que ellas quieren es no vender en masa ni tener una línea estandarizada. Sino que simplemente cada gota de sudor de su esfuerzo. Cada segundo de su tiempo. Cada ángulo de funcionalidad y de ergonomía sea apreciado.
Regatear con un artesano nato con técnica y estilo es como si te pagaran dos mazapanes por cada proyecto que haces ¿se te hace justo? El citadino de cualquier parte del país se puede aprovechar de cualquier grupo étnico por su color y por su percepción de felicidad al vivir día con día. Nosotros hacemos que ellos vivan día con día.
El regateo y la poca valoración hacia su arte o de su arte implica llevar acabo actividades de dinero fácil y rápido espero y tengas el criterio para saber cuales son. Pero mas o menos por decirte un ejemplo: delinquir. Este fue el primer acercamiento hacia con ellos.
Es nuestro cliente sin sonsacar ni un peso, pero les aseguro que de mucho aprendizaje. Se los dejo como consejo si tienen mucho que compartir, háganlo con la gente que piense que ustedes son los ángeles recién bajados del cielo y que simplemente con el hecho de ver sus sonrisas y despedirse de mano con mano puedas decir: “estoy en el lugar adecuado, en la hora y día perfecto”
Por cierto Kuira quiere decir hola y ariosibá…

Fui concebido en 1981, nacido a principios de 1982. Soy de una generación que al nacer no existía el internet, pero si Siempre en Domingo. No era bizarro pedir ‘aventón’ y eso que soy de Chihuahua. Me apasiona el arte de aprender y desaprender paradigmas y romperlas. Busco inspiración en lo sensible de la naturaleza y lo sorprendente de lograr lo imposible en posible. Soy fan de la flexibilidad de la adaptación en mi vocación y persona. Adoro el buscar un espacio y en cualquier oportunidad colocar sobre la espalda una mochila e irme para buscar esa inspiración.