Antes se creía que un diseñador web y un estratega digital no tenían absolutamente nada en común, que eran profesiones (incluso áreas) totalmente diferentes, pero con la innovación tecnológica, la premura de las soluciones y la creación de nuevas herramientas, se necesita la combinación de ambas especialidades para resolver a favor de la marca o empresa.

En una estrategia digital básica se requieren cubrir los siguientes aspectos: un sitio web, el posicionamiento SEO, el hosting, el mantenimiento de éste, gestión de redes sociales (SMM), campañas de Google de Adwords (SEM), mailing y por supuesto, soluciones a cualquier problemática.

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Por lo que en ella se requieren las funciones de los dos para crear los mejores productos que estén al públicos, es decir, es un trabajo complementario, porque para construir un sitio web se requiere de la programación del diseñador, pero también de los conocimientos del estratega para reconocer qué elementos se deben incluir. Funciona de igual forma en todos los ejemplos dichos anteriormente, y mucho más en los contratiempos, es fundamental que los dos reconozcan las debilidades de su área para mejorarlas y así explotarlas al máximo.

Pongamos un ejemplo en que el diseñador web es un fabricante de ropa y el marketero el vendedor, el uno sin el otro podrán existir y desarrollarse en su ámbito, pero unidos aumentarán su productividad y transacción exponencialmente. Así que la próxima vez que te toque trabajar con el otro, piensa en cómo podrán mejorar su relación a favor de ambos.