La silla eléctrica, serigrafía firmada por el célebre artista Andy Warhol, poseía una versión en color rojo que estuvo por más de 40 años en poder del popular músico Alice Cooper.

La pieza formó parte, durante la década de 1970, del set que el músico estadounidense mostraba en sus shows, fue comprada por su staff por unos 2500 dólares y fue utliizada en una parte del show en que se simulaba la muerte del cantante en una silla idéntica al que utilizó Warhol para sus serigrafías.

Si bien la pieza carece de autentificación y de firma, existen testimonios que avalan esta adquisición, una subasta en años recientes tasó una pieza igual -en color gris- en más de 10 millones de dólares.

Alice Cooper tuvo amistad con Andy Warhol, el artista plástico acudió a un concierto en donde se emulaba la silla eléctrica -sin encender, desde luego- como parte del show. La inspiración de Warhol surgió de una imagen de prensa publicada en 1953, que mostraba este aparato penal del Sing Sing, en el Estado de Nueva York.