Megan Mattiuzzo es una profesional para retratar a novios durante su boda, pero cuando se embarazó se le ocurrió una idea inusual que creó una serie de imágenes impresionantes y que además representó un reto experimental: la fotógrafa retrató su propio parto dado que ella quería ser la que capturara el primer aliento de su hijo.

Mattiuzzo concibió la idea e inmediatamente consultó a su médica para saber si era posible y recomendable realizar tal acción, la respuesta fue positiva y entonces se planeó la forma de realizarlo.

En entrevista para el sitio PetaPixel, Megan declaró que “estoy acostumbrada a capturar momentos que no puedes volver a tomar, entonces cuando descubrí que estaba embarazada, supe que quería capturar el primer aliento de mi hijo, los primeros momentos, al ver su rostro por primera vez. […] La doctora me dijo que podía intentar las fotos porque tenía un embarazo saludable. Ella dijo que no tenía motivos para preocuparse y que mientras yo estuviera bien ese día, estaría de acuerdo”.

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El día del parto llegó y la fotógrafa preparó una Nikon D5 DSLR con un lente Sigma 35mm f / 1.4 antes de entrar en labor, que su esposo le entregaría en el momento indicado. El plan consistió en una inyección epidural para que no sintiera dolor en la parte inferior del cuerpo, pero que le permitiera estar activa en la superior. Lamentablemente la anestesia no fue 100 por ciento efectiva y ella sentía en toda la parte derecha, así como en una zona de la parte izquierda del abdomen.

Esto no la detuvo de fotografiar el momento, sólo aumentó el reto y el compromiso. “Mientras pujaba durante una hora y 15 minutos, configuré los ajustes de mi cámara. Pude establecerlos entre dos contracciones mientras una enfermera sujetaba una pierna y mi madre sostenía la otra. Hice reír al médico cuando le pedí que le dijera a la enfermera que apagara las luces de la habitación y que colocara los focos gigantes en la cama para hacer una mejor foto” expresó Megan.

Llegado el momento colocó la cámara en su estómago, apoyó la barbilla contra su pecho y comenzó a disparar al mismo tiempo que pujaba, poco a poco su hijo apareció por el visor, lo que la motivó a continuar y  las siguientes imágenes:

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Mattiuzzo no se arrepiente de su decisión y afirma que es algo increíblemente valioso y con lo que puede revivir el nacimiento de su hijo. ¿Tú te animarías a hacer este tipo de trabajo? Cuéntanos en los comentarios.