Distinguir a un diseñador de un no diseñador es fácil, pues para el primero un rojo no es solo rojo, mientras que para el segundo si, pero en el caso de un cliente ¿cómo le enseñas a distinguir el buen diseño?

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Saber educar a los clientes sobre el valor de un buen diseño es una habilidad esencial, pues para cualquier diseñador es frustrante no lo hagan. CreativeBloq publicó tres consejos para lograr ese objetivo.

Lo primero que se debe tomar en cuenta es la comunicación, pues es fundamental involucrar a los clientes en todas las etapas del proceso creativo.

1. Haz caso al inicio del proceso
“De vez en cuando tenemos que “hacer caso” para diseñar, tal vez un cliente con menos experiencia ve el proceso como un modelo de ‘cliente / proveedor en lugar de colaborador”, asegura Michael Johnson, fundador de la consultoría de branding John Banks.

La comunicación, asegura, es importante pues el trabajo del diseñador es educar sutilmente, informar e inspirar a medida que avanzamos en el proceso.

2. Explica tu razonamiento
“El branding ya no es algo que solo incumbe al departamento de marketing, sino es el corazón de los negocios y la organización, pues afecta a todo”, dice Karen Hughes, directora creativa de True North.

Para convencer al cliente, se debe dejar fuera la subjetividad de las decisiones, es decir, deja de hablar de colores y fuentes, sino explica por qué lo estás usando, las razones del por qué están ahí y no otros elegiste otros elementos en el diseño. Además siempre vincular todo al brief y laos objetivos centrales del negocio y marca.

3. Aplica la lógica
Ayudar a los clientes a apreciar y valorar el diseño hace que la vida de un diseñador sea mucho más fácil. “Esto ayudará a tener una lógica claramente pensada a través de su trabajo, pasamos mucho tiempo pensando en cómo comunicar eso”, explica Gareth Howat, director creativo en Hat-Trick. “De esa manera los clientes están más lejos de aprender a apreciar tu estrategia de diseño”.

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