Antes del uso generalizado de internet, la primera impresión que tenía un cliente de una empresa era el ejecutivo de venta, el empleado en la tienda o simplemente una tarjeta de presentación. En estos tiempo se invertía fuertemente en crear diseños corporativos fuertes, impactantes con altos niveles de calidad en impresión. Ahora el primer contacto que tenemos con los consumidores será en gran medida el sitio web.

Las estadísticas muestran con claridad que la mayoría de las empresas evalúan a sus proveedores potenciales mediante una visita a su sitio web. El diseño de nuestra página dirá mucho de lo que ofrecemos, profesionalismo, compromiso, calidad y el número de clientes con los que cuenta la empresa. Es increíble que en pleno 2012 se siga hablando de este tema o que empresas no revisen su diseño por lo menos dos veces al año.

La nueva estrategia será sin duda tratar el diseño de una página con la misma severidad que se miden los metros cuadrados de una tienda, en la que se buscará sin duda la eficiencia de cada pixel. El reto para los diseñadores es mayúsculo ya que sus ofertas de diseño tendrán que ser cada vez más competitivas y entregarse con menor tiempo de producción pero con niveles más altos de calidad.

Las reglas de diseño web son distintas al mundo impreso; sin embargo, son mucho menos estáticas, hace unos mese la regla era mantener archivos de bajo peso con resolución única optimizada, ahora la alta densidad de pixels obligará a considerar niveles de resolución mayores para un público pequeño pero muy influyente. Parece que el desarrollo digital extrañará la estabilidad del impreso más de lo que inicialmente se esperaría.

Alvaro
Director de operaciones Revista Merca2.0, colaborador semanal en temas de mercadotecnia con Eduardo Ruiz-Healy en Radio Fórmula, maestro con la Escuela de Mercadotecnia. Apasionado del marketing.