Como parte de los acuerdos que distintos países han suscrito entre sí para detener la emisión de contaminantes por monóxido de carbono hacia futuro, Noruega ha comenzado a dar el ejemplo al plantear que a partir de 2025 prohibiría la comercialización de vehículos de combustión a partir de diesel, gasolina u otros derivado del petróleo.

Se trata de una buena noticia que plantea nuevos retos para la industria automotriz y sus paradigmas, los cuales han comenzado a romper esquemas al desarrollar vehículos cada vez más eficientes que se mueven a partir de energía eléctrica y otras fuentes limpias. Sin embargo, estos diseños industriales siguen estando lejos del alcance de las mayorías y tal parece que existen intereses particulares para mantener altos estos precios.

La propuesta de Noruega, que estaría por aprobarse en el congreso de aquel país, se suma a la que otras naciones como Holanda y Francia han planetado, sin embargo, seguramente tendía un éxito real si se lograra ampliar a un número mayor de países, el gran dilema y la pregunta que vale la pena plantearse es ¿quién comnpraría el petróleo que existe en el mundo si se prohíbe su consumo en el mundo?

Noruega es un importante productor de petróleo a nivel global, lo extrae del subsuelo en un orden por encima de los 1,900 barriles al día y si en unos años no podrá vender diesel y gasolina, seguramente tendrán mucho hidrocarburo para vender a otros países, aquellos en donde las restricciones para la comercialización de vehículos contaminantes seguramente tardarán muchos años en llegar.