La mayoría de las veces saber cuánto cobrar es tan simple que no podrías creerlo. Normalmente los diseñadores, cuando nos enfrentamos a estos escenarios, dudamos por muchas razones:

• El mercado de diseño es muy variable, los costos son muy diversos.
• Ningún proyecto es igual a otro.
• Siempre estamos compitiendo contra alguien más.
• Somos inseguros y no queremos quedarnos fuera de la jugada.
• No sabemos ni siquiera lo que debemos cotizar.

Si entras en alguno de estos parámetros, excepto el último, la forma de cobrar puede resolverse con una fórmula muy sencilla; por el contrario, si no sabes ni siquiera qué debes cotizar, entonces lo más recomendable es que no te comprometas a siquiera a cotizarlo.

La respuesta para todo es:

¡COBRA POR HORAS!

Así, entre exclamaciones y en versales. Desde que comencé a cotizar de esa forma me he dado cuenta que puedes calcular así prácticamente todo: web, impresos, señalizaciones, identidades, videos, campañas, tipografías, publicidad, apps, interacciones. Sí, prácticamente todo.

El secreto está en conocer tu cifra, en cuánto sale la hora de diseño. La explicación de ello puede ser un poco larga (La versión larga la encuentras si pulsas aquí), para resumir, piensa en cuánto quieres ganar (un sueldo mensual), súmale tu aguinaldo, tus vacaciones, tu renta, teléfono, luz, agua, transporte, seguros, internet, programas, limpieza y saca una cantidad anual.

Añádele compras que no haces tan seguido, y divídela entre su vigencia, por ejemplo: la computadora quizá la renuevas cada cuatro años, así que divide su costo entre cuatro. Haz lo mismo con tu escritorio, tu silla, el regulador de corriente, impresora, cámara y tableta.

Cuando tengas la cantidad no te asustes, puede resultar en millones de pesos: divídela entre días hábiles (365 días, menos 104 fines de semana, 10 festivos, 10 de vacaciones, 5 días que estarás enfermo o deberás ir a hacer algún trámite), te dará un total aproximado entre 230 y 240 días.

Después divide tu ingreso anual entre los días hábiles, y a su vez divídela en el número de horas que realmente vas a trabajar en diseño. No son 8, serán entre 4 y 6, ya que lo demás lo pierdes en lo que prendes la computadora, te haces tu café, atiendes llamadas, haces pagos en el banco, estás en el tráfico y checas tu Facebook.

Usualmente la hora de trabajo está en un rango bastante amplio, entre los $450 y $2,000 pesos. Si estás fuera de eso, quizá algo te salió mal, tus expectativas están fuera de la realidad o tienes una agencia grande.

Suponiendo que tu costo salió en $1,000 pesos (no lo tomes literal, es solo un ejemplo), piensa que te debes cotizar un logotipo, que te llevará unas 15 horas de trabajo efectivo, entre juntas creativas, bocetaje, pruebas, presentaciones al cliente, entonces el costo rondará los $15,000 pesos. Lo mismo puedes aplicar para hacer un folleto o un sitio web.

Si quieres trazar un logo en vectores y te tardas 2 horas: $2,000 pesos.
La construcción de un sitio web que te llevará unas 24 horas: $24,000 pesos.
Arreglar un folleto que hizo un colega tuyo con los pies, 3.5 horas: $3,500.

Puedes crear diferentes costos por hora dependiendo si vas a hacer trabajo creativo o solamente formar un catálogo. Si estás a cargo del proyecto o vas a apoyar a algún colega. Obviamente deberás agregar los suministros específicos que usarás y que no están considerados en tu lista de costos básica: la impresión de la papelería, la producción de la foto; solo recuerda cotizarlo por separado resulta mucho más claro.

Conforme adquieres mayor experiencia, tu costo por hora va a subir, si cambias tu iMac de 21” por una MacPro, si tienes mejor equipo para fotografiar o te mudas a unas oficinas más grandes tu costo cambiará. Igual si contratas a un asistente o te apoyas de un diseñador junior, entonces también deberás hacer ajustes. Puedes después tener un costo por hora para ti y otro para tu diseñador y combinarlos.

Usualmente a tus clientes no les cobras por hora, sino por proyecto, pero tus costos vienen justificados en una base por hora, lo cual siempre resultará mucho más eficiente y ajustable en estos tiempos de cambio.

 

 

Diseñador gráfico con maestría en diseño editorial por la Universidad Anáhuac y con cursos de Publishing en Stanford. Actualmente dirige MBA Estudio de Diseño, dedicado al diseño editorial, identidad y publicitario, además de realizar scounting y contratación de talento de diseño para diferentes empresas. Es profesor en la Universidad Anáhuac y la UVM. Le gusta la caligrafía, tipografía, la música y la tecnología.