Los derechos de autor es un contrato de exclusividad otorgado por instituciones oficiales y gubernamentales en el cual se reconoce la autoría de distintas obras intelectuales para que el creador esté protegido; dicha licencia se otorga hasta por 95 años y se sanciona a quienes los infrinjan. Para reconocer los trabajos que contaban con dicha distinción fue necesario crear el símbolo de Copyright  que se acompaña en el título original.

Dicha legislación tiene su origen en occidente (más preciso en 1710) con el Estatuto de la Reina Ana, que protegía los derechos literarios de las obras de la Gran Bretaña.

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Fue hasta el Real Decreto Legislativo 1/1996 (12 de abril) en la legislación española en el que se aprueba el texto refundido de la Ley de la Propiedad Intelectual y que regula en su artículo 146 los símbolos o indicaciones de reserva de derechos por primera vez: “El titular o cesionario en exclusiva de un derecho de explotación sobre una obra o producción protegidas por esta Ley podrá anteponer a su nombre el símbolo © con precisión del lugar y año de la divulgación de aquellas”. Con ello se distinguen las obras intelectuales que están protegidas por copyright y se hace más fácil el conocimiento de una infracción.

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El símbolo de Copyright consiste en una letra “C” en mayúsculas encerrada en un círculo, esto como una referencia a que las obras intelectuales están “protegidas” 360º. Aunque depende del teclado de computadora, e incluso el de máquinas de escribir, la tipografía puede cambiar, en el plano digital usualmente tiene una sans serif. La gama cromática es negro, con el fondo blanco o del color que tiene la obra, pero en caso de que éste sea negro, se utiliza el blanco para crear contraste.