El trabajo es una parte fundamental en la vida de cualquiera, pero no es saludable dejar que tu labor invada los terrenos de tu intimidad y tu tiempo libre en nombre de la creatividad.
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Para lograr una vida laboral equilibrada que no invada los aspectos personales de tu existencia, toma en cuenta esta lista de recomendaciones
1. No te tomes cada aspecto de tu trabajo tan en serio
Y no con esto queremos decir que faltes a tus responsabilidades, pero debes darte cuenta de que la vida va a continuar contigo o sin ti. Mientras tengas la convicción de que cumples con tus tareas en tiempo y forma, no debe haber que deba preocuparte de más.
2. Date respiros
Tomarte unos minutos para respirar de vez en vez es de gran utilidad. Hazlo cuando el estrés empiece a hacer estragos y tu concentración ya no está al cien por ciento.
3. Mantente cerca de los tuyos
Siempre que puedas, escápate un poco antes para estar con tus amigos y familiares. Date tiempo para desayunar con ellos y regresa a una hora en la que todavía puedes verlos y pasar buenos ratos al lado de la gente que quieres.
4. Reduce reuniones de trabajo
En lugar de una cena de negocios, hazla almuerzo o comida y aprovecha el tiempo después de tu salida del trabajo para pasarlo con tus seres queridos.
5. Si te ausentas del trabajo, no coloques mensajes de ausencia en tu correo
Cuando vuelvas, será agobiante la cantidad de correos que tendrás que leer y de seguro no tendrás oportunidad de resolver tantos pendientes. Mejor revisa periódicamente tu cuenta de correo y ve dando salida a los asuntos sencillos desde el lugar en el que estés.
6. Limita el uso de redes sociales
Para muchos tipos de asuntos, lo mejor es la comunicación cara a cara, se evitan distracciones extras y los asuntos quedan asentados de mejor manera.
7. Ama a tus amigos y familiares, no al trabajo
Asume tu trabajo como una tarea que, en lo ideal, debes disfrutar, pero no amar al mismo nivel que que se ama a los seres queridos. El trabajo debe ser una actividad complementaria de tu vida y esencial para tu subsistencia, pero nunca una obsesión o un aspecto al que le dediques más de tiempo.
Fuente: Marketing Directo
