El plagio consiste en la utilización de material intelectual, ya sea visual, textual o de cualquier tipo, sin el consentimiento o reconocimiento del verdadero autor. Se podría considerar como la peor violación ética al trabajo creativo de otras personas, y aunque tiene repercusiones sumamente graves, lamentablemente existen personas sin escrúpulos que aún así se atreven a realizarlo. Nadie está exento a que sea robado y utilizado, por ello te brindamos cuatro sencillos consejos para evitar el plagio.

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En el diseño gráfico el plagio consiste principalmente en la utilización de creaciones sin la atribución al autor, aunque es posible poner candados para evitar que se bajen las imágenes, existen decenas de métodos para lograrlo, a continuación te damos unos tips para que siempre se reconozca tu trabajo.

Marcas de agua:

Las marcas de agua son muy usuales, son una especie de firma y también ayuda para que aunque se baje la imagen, siempre se sepa el autor original

 

Registra tu trabajo:

Odiamos el papeleo, es complicado y no existe la conciencia de hacerlo, pero es de vital importancia que cuando crees un nuevo producto, lo registres ante la oficina de derechos (IMPI), de ésta manera tendrás los documentos que te respaldarán en caso de que te roben tu trabajo.

Publicar tus trabajos:

Publicar tus fotos, gráficos o ilustraciones es una forma de que la gente sepa que te pertenece dicho producto. En este caso es un arma de doble fibra, porque evitas el plagio cuando la gente reconoce tu trabajo, el problema es que también lo expone y lo coloca al alcance de los ladrones. Al final es tu decisión.

Contrato con cliente:

A la hora de acordar un proyecto con un cliente es importante que establezcan a quién le pertenecerá la propiedad intelectual, o sí está será compartida. Es importante que a menos que lo mencionen antes como una condición, tú no renuncies a tus derechos de autor.