A inicios del siglo XX André Citroën viajó a Polonia donde se encuentra con un pariente que se dedica a la talla de ruedas dentadas de madera para molinos y observa cómo el dentado de éstas va formando una especie de espiga y que gracias a este tipo de diseño que aumenta la superficie y reparte mejor el esfuerzo, por lo que decide trasladarlo a engranes de acero para la industria, no de madera. Es de ésta figura de donde surge el logotipo original de la marca Citröen.
La Citroën Hinstin, Cie, dedicada a la producción de engranajes, fue la marca que revolucionó la industria del momento. En 1919 y tras la finalización de la guerra, el visionario André adquiere la compañía Mors que fusiona con la anterior y crea Citröen. Pero para él siempre fue un símbolo el patrón que formaba los engranes, por lo que retomó dos chevrones apuntando hacia arriba para constituir su imagotipo.
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A lo largo de los años Citröen modificó su logotipo para adaptarlo a las tendencias. Actualmente el logo consiste únicamente en las dos figuras en forma de “V” invertidas, sin la circunferencia, pero estilizadas más gruesas y con un contorno no tan recto como antes. Los dos chevrones tienen un diseño un plano pero con un sombreado. Debajo de éste se encuentra el nombre de la marca con una tipografía sans serif redondeada.
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Para celebrar su primer centenario, la marca francesa decidió homenajear sus orígenes creando un logotipo conmemorativo que retoma el primero de 1919 pero en un color dorado/cobre, además de añadir el texto “origins, since 1919”. Éste logotipo forma parte de las celebraciones de Citröen, pues también lanzaron la Origins Collector’s Edition que consiste en colores y acabados únicos en los modelos que tienen actualmente en el mercado.
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