Tienes un litro de agua que repartir entre tres personas. A simple vista se pueden comenzar a llenar los vasos de tal manera que la cantidad en cada una se vea uniforme, pero dentro de nuestro corazón, sabemos que si los medimos será imposible determinar la cantidad exacta. Cada vaso deberá contener una tercera parte, o sea, 3.333…ml.

Nunca lograremos cerrar el número. Sobre este tema, en cierta ocasión le afirmé a mi mamá (profesora en la materia), que las matemáticas eran defectuosas, porque nunca podrías convertir un tercio. Mi mamá dejó lo que estaba haciendo, me miró a los ojos y afirmó: las matemáticas no son inexactas, es la manera en que las medimos.

Y tenía razón, podríamos científicamente lograr que la cantidad de líquido se ajuste perfectamente a una tercera parte equitativamente; lo imposible está en el sistema decimal, cuyo número de divisores está limitado haciéndolo incapaz de cerrar la cifra.

Jorge De Buen, diseñador a quien le reconozco haberme plantado esta idea, afirma que estamos utilizando el sistema incorrecto al momento de diseñar, especialmente en el área editorial, que deberíamos basarnos en un sistema de picas, una sexta parte de una pulgada y a su vez, doce puntos (un setentadoceavo de pulgada).

Desde pequeños nos hemos acostumbrado a medir todo por dígitos decimales, sin concientizar la manera en que también contamos en múltiplos de doce y sus respectivos divisores: los tercios. Es mucho más natural, lo hacemos realmente todos los días: para capturar una imagen dividimos el plano en tercios, los grados de la circunferencia se cierran a 360º, sistema duodecimal, y hasta nos gusta medir los huevos por docenas y las cervezas por six packs.

Derivado de lo mismo, los años y las horas se dividen en múltiplos de doce y lo único en donde no interviene es el número de días de la semana, siete, provocando que ningún día caiga exactamente igual un año tras otro. Los tercios, como parte de nuestra cotidianeidad, están todo el tiempo, y quizá ya estamos demasiado acostumbrados a todo lo demás pensarlo en decimales.

Hasta antes de la computadora era la norma en casi todas las editoriales casar el sistema de medición en picas. Fue hasta la llegada de los programas de autoedición (Ventura Publisher, QuarkXPress, PageMaker) que se prestó más a los sistemas de medición en centímetros y pulgadas —de acuerdo a cada cultura—. El símbolo de picas, ya extinto ha tenido que ser sustituido por una «p» para determinarlo.

Bajo este sistema, para proponer una pica y media, existen dos formas de representarlos: 1p6 o bien p18 (a la izquierda las picas, a la derecha los puntos, como si la «p» fungiera como punto decimal o como separador de enteros y fracciones.

Quizá cambiar el sistema actual se antoje como un imposible, pero si en algún te sientes con ánimo de experimentar, piensa en una publicación en picas y puntos, encontrarás en ella una gran facilidad para calcular retículas, columnas, módulos y cuanto diseño pase por tu computadora.

Diseñador gráfico con maestría en diseño editorial por la Universidad Anáhuac y con cursos de Publishing en Stanford. Actualmente dirige MBA Estudio de Diseño, dedicado al diseño editorial, identidad y publicitario, además de realizar scounting y contratación de talento de diseño para diferentes empresas. Es profesor en la Universidad Anáhuac y la UVM. Le gusta la caligrafía, tipografía, la música y la tecnología.