Fotografiar interiores pudiera sonar sencillo si se compara con una sesión en exterior por varias razones que se conjuntan en la posibilidad de controlar el ambiente, la luz, los objetos y sujetos que aparecen a cuadro y en general, la mayoría de las situaciones que ocurrirán.
Pero no pienses que para concretar una buena sesión puedes tomártelo con calma, por el contrario, hay elementos que debes considerar y que harán, sencillamente, la diferencia entre buenas y malas imágenes.
1. Asegúrate que el espacio a fotografiar esté limpio y ordenado, que cada cosa esté en su lugar y se guarde buen equilibrio y distancia y que no existan elementos que describan la vida cotidiana más de lo necesario -ropa, trastes o bolsas, por ejemplo-.
2. Acompáñante de una buena cámara que posea varios lentes -entre ellos, un gran angular- y de un tripié y botón dispaardor que permitan hacer tomas de larga exposición.
3. Evita el uso del flash porque sólo harán lucir pálidos los muros y mostrarán sombras indeseadas provocadas por los objetos del lugar.
4. La iluminación ideal es la natural, permite que las tonalidades reales de todo interior luzcan mejor, pero si no puedes obtenerla puedes utilizar difusores de luz para las distintas fuentes de iluminación disponibles.
5. Para aprovechar el espacio interior te puedes colocar en la esquina y desde ese punto enciadrar la mayor cantidad de metros que ocupan una estancia, una sala, una recámara, una oficina io cualquier otro espacio interior.
6. Para encuadrar ventas será encesario que encuentres un correcto equilibrio en la exposición. El exposímetro automático tenderá a oscurecer el interior si se enfoca lo que hay detrás del vano; por el contrario, hará difuso el paisaje si se busca enfocar el interior.
7. busca la creatividad visual en todo momento, cíñete a las reglas de composición, pero juega con los elementos disponibles en la sesión.
