A la hora de cobrar, muchos creativos de la imagen pueden perder la brújula y cerrar malos tratos, es por eso que queremos recordarte estas cinco recomendaciones para que sepas pedir lo justo, no más ni menos, por tu trabajo.

1. Presenta una propuesta de presupuesto clara
Al momento de cerrar un trato de negocios para realizar un proyecto, asegúrate de que ambas partes estén seguras de lo que implica el compromiso del trabajo a elaborar, desde fijar fechas de adelantos, poner fecha límite de entregas hasta aclarar los pagos.
Debes aclarar las condiciones del precio y forma de pago y cuánto tiempo se le dará a los clientes para pagar una vez que se haya facturado,definir pago total o parcial por adelantado.

2. No des precios muy baratos
Todo trabajo tiene valor y hay que recalcarlo. El diseño es una profesión muy especializada que requiere una gran cantidad de talento, la mayoría de la gente no tiene un ojo experto para el color y el diseño ni aprecia la experiencia, por eso es necesario asegurarse de que los precios reflejen estas habilidades. No hay que caer en la trampa de pensar que siempre hay que mantener los precios bajos para evitar la pérdida de clientes. Averigua cuánto cobran tus competidores también.

3. Ten tu portafolio en orden y con un buen diseño
Si eres diseñador, no debes olvidar las oportunidades que tienes para mostrar las habilidades, tu portafolio, papelería marca personal e identidad visual deben mostrar tu talento para atraer

4. Factura con tiempo
Cualquier retraso en el envío de facturas dañará el flujo de las cuentas y cobros. Una vez que se haya llegado a la etapa de acuerdo de un proyecto, se debe enviar la factura tan pronto como termine el trabajo. No hay que esperar al final del mes para emitirlas, porque si no se facturar a los clientes directamente, es poco probable que el pago sea rápido.

5. No hagas del pago un proceso fácil para los clientes
Los clientes deben ser capaces de pagar tan pronto como reciban la factura. Desde un inicio otorgar la información de cuentas bancarias, domicilios, teléfonos, correos o RFC.