Con frecuencia los clientes no saben establecer una retroalimentación apropiada con los diseñadores para comunicarles lo que les gusta y lo que no les gusta, incluso en muchas ocasiones no saben expresar con las palabras adecuadas las inconveniencias con los diseños.

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A continuación te decimos qué es lo que debes hacer para manejar la situación.

1. Compórtate a la altura, mantén una relación excelente durante y después del proyecto, pues tu cliente puede encargarte más trabajos y hasta recomendarte para otros proyectos.

2. El cliente querrá saber por qué has tomado ciertas decisiones, por lo que deberás hablarle en su idioma. Explícale los objetivos, el propósito y los requerimientos del diseño; háblale sobre cosas medibles; se realista sobre lo que puedes conservar y hacer sobre el diseño; y sé claro sobre el tiempo.

3. Explícale cómo tu trabajo resolverá su problema, es decir, cómo hará que tenga más clientes.

4. Siempre debes saber cómo hablarle. No hagas comentarios negativos sobre lo que a tu cliente no le gusta; se detallado y pregunta sobre qué es lo que no está funcionando; habla sobre tus objetivos y prioridades en el proyecto; no preguntes a tu cliente por qué están mal las decisiones.

5. El conflicto se pude arreglar siempre y cuando tú sepas escuchar sus quejas y respondas sobre cómo puedes solucionarlo.

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